El mes de diciembre, por las fiestas y actividades de fin de año, es el mes en el que los usuarios consumimos más bienes y servicios que no son habituales en comparación con los meses anteriores, lo que genera gastos que, en su mayoría, son desproporcionados. A eso, debemos sumar el uso de las tarjetas de crédito, que si bien, son un mecanismo que nos permite realizar operaciones financieras a plazo, pueden llegar a ser contraproducentes, si no son utilizadas de forma responsable e inteligente.
Si en sus planes de fin de año está el utilizar las tarjetas de crédito para realizar las compras, estas son algunas recomendaciones legales y prácticas para sacar el mayor provecho y no caer en deudas insostenibles que eventualmente pueden acarrear procesos de cobro judicial:
- No agote el saldo de su tarjeta de crédito, es decir, no gaste más de lo que gastaría si estuviera usando su tarjeta de débito o pago en efectivo. Uno de los riesgos al usar créditos especialmente cuando hay festividades, vacaciones y ofertas por el denominado “Viernes Negro”, es que se pierde la inteligencia financiera y se suele gastar más de lo que las finanzas realmente lo permiten. El éxito en el uso de las tarjetas de crédito está en tener un presupuesto fijo y gastar lo que ya está contemplado en él.
- El uso inteligente y controlado de las tarjetas de crédito le puede ayudar a establecer un récord crediticio, que luego le permitirá incrementar la base de pago o incluso favorecerle en caso en necesitar créditos hipotecarios o prendarios en un futuro, siempre y cuando se cancele lo adeudado en los plazos fijados inicialmente en el contrato.
- Evite hacer avances de efectivo, o úselos exclusivamente en casos de emergencia, en primera instancia porque al hacer retiros de dinero en cajeros automáticos el tarjetahabiente está dejando en evidencia que no tiene liquidez y para la entidad financiera puede ser una alerta de sobreendeudamiento; y por último, porque comúnmente se suelen cobrar intereses o comisiones por cada avance de efectivo que se realice. No olvide que el dinero de las tarjetas de crédito no es del tarjetahabiente, si no, de la entidad financiera.
- Haga uso de los programas de incentivos que le ofrece la entidad financiera, eso le permite, además de los beneficios del crédito por sí mismo, tener la facilidad de canjear puntos, “Cashback” o millas, sin tener que hacer gastos adicionales. Normalmente estas son facilidades limitadas que se otorgan por cada dólar que se gasta, pero que, si se aprovechan, pueden generar ganancias para el tarjetahabiente, que, en fechas navideñas o festivas, no vienen nada mal.
Finalmente, también a modo de recomendación, una de las buenas prácticas que debe tener el consumidor financiero y quizá de las más importantes, es asegurar sus tarjetas de débito y crédito a fin de evitar fraudes electrónicos y cibernéticos. No olvidemos que en los meses próximos a fin de año hay más dinero en el mercado, y estamos expuestos a ser blancos de delitos como robo de identidad, clonación de tarjetas, llamadas tripartidas, y en general, transacciones derivadas de terceros no autorizados. Los seguros son valores agregados de protección que ofrecen las entidades financieras, y que son realmente útiles, por lo que, es valioso tenerlo en consideración.
Escrito por: Lexincorp Costa Rica